El domingo 1 de abril a las 12 de la mañana, se sortearon los toros de la ganadería salmantina Garcigrande para los toreros: Morante, El Juli y Talavante. Tras el sorteo; decepción para los representantes de Morante, alegría para los del Juli e indeferencia para los de Talavante que no había tenido opción a elegir.
Toros de Garcigrande para la corrida de Don Benito
A las 6 de la tarde comenzó la corrida con un cielo que amenazaba con lluvia y con una plaza de toros repleta de gente. Morante recibió por verónicas al primer toro negro zaíno. Con elegancia llevó al astado hacia el centro de la plaza donde se lució, como es normal en él, con el capote. Después lo llevó al caballo y el animal fue muy castigado en la suerte de varas, cosa que se notó durante el resto de la lidia. Se le pusieron tres pares de banderilllas y Morante, descalzo, dio muletazos de gran calidad al toro mientras que la banda municipal de Don Benito interpretaba el pasodoble llamado Amaparito Roca. La faena transcurrió en el centro de la plaza. El de la Puebla del Río dio una estocada perfecta: en lo más alto del toro. El torero consiguió una oreja y el toro, durante su arrastre, recibío tímidos pitidos por parte del respetable. En cuarto lugar, salió el segundo toro de Morante: colarado listón y algo reservón. Fue recibido por el diestro con esos capotazos bellos, puros y con temple que le caracterizan. Después de lo sucedido con el primero, este fue poco picado. Se pusieron dos pares de banderillas y el tercero fue fallido, cuando el subalterno se quedó sin terreno ante el toro. Morante en el centro de la plaza realizó unos muletazos elegantes con la mano derecha y, siguió con más de lo mismo, con la izquierda. También hizo algunos redondos al de Garcigrande, justo antes de que la faena se enfriara a causa de la lluvia. El torero, tras matar con tres cuartos de estocada al toro, consiguió una oreja muy pedida por el respetable, a pesar de que el presidente durante toda la tarde no estuvo por la labor de conceder buenos resultados artísticos.
El segundo toro de la tarde, negro zaino, fue lididado por El Juli. Astado recibido por verónicas y llevado hasta el centro del anillo. Tras un leve pinchazo en varas se pusieron tres pares de banderillas y, El Juli, volvió a llevarse al toro al centro de la plaza dando grandes muletazos y rematando la faena con pases de pecho de pitón a rabo. El diestro dio cuatro pases redondos en una baldosa. La estocada, un poco trasera, consiguió tumbar al toro sin puntilla. El Juli recibió dos orejas y el toro fue aplaudido en el arrastre. El quinto toro, negro y el de mayores hechuras de toda la corrida, confirma el famoso refrán taurino de «no hay quinto malo» y, justifica la alegría de los representantes del Juli durante el sorteo. Fue recibido con verónicas llevándolo al centro del ruedo, como es normal en El Juli y, tras recibir un gran puyazo, se le colocaron tres excelentes pares de banderillas. Ante la respusta del toro cuando El Juli lo citaba, el torero consiguió realizar mucho pases. Tras su infinita faena el torero mató al astado con una perfecta estocada, cayendo el toro sin puntilla. El resultado artísitico se vio afectado por la lluvia. Aún así, el público pidió rabo, El Juli se llevó dos orejas y el toro fue muy aplaudido en el arrastre.
El tercer toro, primero del lote de Talavante, también negro zaino, fue recibido por verónicas y llevado hasta el centro de la plaza. Este toro fue poco picado en la suerte varas y se le pusieron seis palos. Talavante brindó la faena al público y dio buenos muletazos y pases de pecho. Con templanza hizo maravillosos desplantes. El toro, muy humillado, propició que Talavante bajara mucho la mano con la muleta. Continuó con cinco manoletinas en un palmo de terreno. La estocada fue muy trasera y caída pero muy eficaz. El presidente, tras una gran petición del público, concedió dos orejas al diestro. El sexto toro, negro, bragado y meano fue el de menos hechuras de la corrida. Era un toro reservón con querencia a los toriles. Talavante tuvo que solventar dicha querencia toreando cerca de los toriles. Tras recibir un leve pinchazo en varas se le consiguieron poner cuatro palos y, ante la tardanza del tercer par de banderillas, el presidente ordenó el cambio de tercio. Talavante fraguó su faena cerca de toriles con multidtud de pases. El diestro se sentió cómodo ante un toro que respondió, a la vez que se sintió arropado por el público de su tierra. Toro y torero se movían en un reducido espacio del ruedo. Tanto arriesgó el diestro que el toro le empitonó pero sin consecuencias. Con una magnífica estocada Talavante acabó su faena y recibió dos orejas.
Por la Puerta Grande salieron los tres toreros y el mayoral de Garcigrande. A pesar de eso,cabe destacar que en la tarde en la que se celebró el primer aniversario del coso pacense de Don Benito, los diestros estuvieron muy por encima del nivel de los astados.
Domingo 1 de abril de 2012. Plaza de toros de Don Benito (Badajoz). Toros de Garcigrande.
Morante de la Puebla: oreja y oreja.
El Juli: dos orejas y dos orejas.
Alejandro Talavante: dos orejas y dos orejas.