La torera más importante del siglo XVIII, según José María de Cossío, fue Nicolasa Escamilla apodada «La Pajuelera». Esta mujer nació en Valdemoro y fue en el año 1776 cuando inició su carrera taurina en Madrid.
Su apodo se debe a que de joven vendía alguaquidas o pajuelas de azufre, según constata el padre Martín Sarmiento en un manuescrito guardado en la Academia de la Historia.
Se dice que «La Pajuelera» tenía pelo corto y rizado y aspecto masculino. También ejerció de picadora en algunas corridas.
Fuente: La mujer en el mundo del toro, Muriel Feiner.